“Con nubes en el cielo, no hay hielo por el suelo”, sabiduría popular.
Diferentes tipos de heladas (por advección, por irradiación, por evaporación) dan lugar a diferentes daños. El daño por heladas es muy variado, provoca desde interrupciones del crecimiento hasta malas cosechas e incluso la muerte de las plantas. Las heladas repentinas pueden destruir todo el cultivo y, por lo tanto, el arduo trabajo del agricultor, en solo un par de horas. Los daños a cultivos por heladas afectan tanto a fruticultura, horticultura y viticultura en campo como a cultivos en invernaderos.
Teniendo en cuenta diferentes factores, sus efectos serán más o menos severos. Así el tipo de cultivo, estado de desarrollo, época del año, resistencia de la planta a bajas temperaturas, período anticiclónico, cielo despejado, aire frío y denso, topografía de mesetas y valles, tipo de suelo, proximidad a masas de agua, orientación, etc…, todos ellos influyen en el tipo de daños que se ocasionarán.
Las heladas por irradiación son de carácter muy local y están muy influenciadas por el tipo de suelo y los cielos despejados durante largas noches. Las heladas tardías de primavera, cuando comienza a moverse la savia y llega la floración, suelen ser las más peligrosas. Por la noche, el suelo irradia hacia el cielo despejado, perdiendo mucho calor y enfriando las capas de aire que descansan sobre tierra, especialmente entre cinco y veinte metros de altura. Es el efecto conocido como “inversión térmica”.
Uno de los métodos para combatir los efectos de las heladas por irradiación consiste en crear una niebla artificial que actuará como pantalla disminuyendo la radiación calorífica de onda larga irradiada hacia el cielo.
Ventajas del método de nebulización contra las heladas
El método de nebulización Pulsfog es una aplicación eficiente y eficaz contra las heladas. Desde 1950 el Dr. Stahl, fundador de Pulsfog, estuvo involucrado en el desarrollo de dispositivos que marcaron tendencia y que pronto estuvieron en funcionamiento en todo el mundo.
Entre sus ventajas:
- Método rentable.
- Altamente efectivo contra daños causados por heladas de radiación.
- Bajo impacto medioambiental, sin residuos.
- Bajo consumo energético e inversión.
- Bajas necesidades en mano de obra.
Para una aplicación exitosa, el área tratada debe permanecer protegida por la capa de niebla durante todo el periodo en el que haya riesgo de helada. El tratamiento empezará cuando el suelo y las plantas aún mantengan calor y debe continuar hasta que las temperaturas aumenten por la mañana o hasta que las nubes o el viento aparezcan. La niebla se genera a partir de una mezcla de agua y glicerina. La glicerina estabiliza la niebla previniendo la evaporación del agua incluso a baja humedad. Como resultado la niebla puede permanecer durante horas en la zona. Según la orografía y extensión del terreno a tratar pueden usarse varios dispositivos a la vez, también pueden ser estacionarios o móviles (con tractor o vehículo pick-up).
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